Dejémonos de hipocresías. Las cosas como son: los hombres, mujeres y niños que se cuelan en TransMilenio no merecen ninguna consideración. Resultó que ahora, debido a que el Sistema está en la peor de sus crisis, ya no se ve a los dos o tres colados de hace unos años sino a catervas de veinte o treinta cada minuto.
Uno los ve colarse y ya lo hacen con cara de poker, sin dificultad, ni pena ni risa. Ya tienen hasta técnica, hasta estilo. Desde mocosos hasta secretarias en minifalda. Miden tiempos y distancias. Son tan profesionales que hasta tienen un discurso.
Uno los increpa y ellos responden como esperando que uno les dé las gracias o les pida disculpas. Que “TransMilenio tiene mucha plata y un pasaje no les va a hacer ni cosquillas”, que “así nos toca a los pobres”, que “es una protesta contra el mal…
View original post 1,016 more words
Recent Comments