Matar a un ruiseñor es una de esas novelas que aparecen siempre entre las que hay que leer, entre los clásicos destacados del siglo XX. Una historia de la que poco sabía cuando la compré, pero que pensé que antes o después tenía que leerla.
Un día cualquiera decidí que era el momento, y comencé a leer la historia de Atticus Finch, un abogado de un pueblo de Alabama.
La narradora es la hija de Finch, Scout, una niña despierta e inteligente que nos enseña la realidad con sus ojos curiosos.
Mientras yo leía el alfabeto una leve arruga apareció entre sus cejas, y después (…) descubrió que yo era letrada y me miró con algo más que un leve desagrado. Miss Caroline me pidió que le dijese a mi padre que no me enseñase nada más, pues ello podía ser incompatible con las clases.
(…)
– Si no tuviera…
View original post 437 more words
Recent Comments